Hoy os queremos hablar de uno de nuestros últimos trabajos, un Candy
Bar para un cumpleaños infantil de una princesa de 4 años.
Está claro que el Candy Bar está de moda y se extiende más allá de las
bodas, también en otro tipo de fiestas y cómo no en fiestas infantiles!! Son
los mejores destinatarios y que más lo van a disfrutar, por eso es muy
importante adaptarlo a ellos. Hay que adaptarlo en todos los sentidos, tanto en
el producto como en los elementos que vamos a utilizar.
Lo primero de todo, tiene que estar a su altura, en una mesa baja o
medio alta, a la que lleguen los niños. Los manteles, aunque no sean los más
bonitos recomendamos los de papel porque te pueden liar una buena en los de tela:
se caen las cosas (sobre todo si ponéis líquidos), se limpien con ellos… los
niños no son partidarios de usar servilletas, suelen preferir limpiarse en su
ropa o en lo primero que pillen (sobre todo si son pequeños).
Prohibido el cristal! Y si pones algo como loza que sea bastante
resistente, si se cae que es muy probable, mejor que no se haga añicos porque
acaban los cristales hasta sitios insospechados y se puedan cortar los niños.
En este caso tuvimos que prescindir de globos porque había un niño en
la fiesta que sentía bastante aversión a ellos y no queríamos generar ningún
tipo de miedo o pánico ya que era un día especial en el que todos debían
disfrutar.
Y no nos podemos olvidar de lo más importante, el producto. Es vital
si no quieres tener ningún susto, saber si algún niño sufre algún tipo de
alergia o intolerancia alimentaria. Por desgracia, cada día es más común entre
los niños. En esta ocasión tuvimos suerte, pero si se da el caso y vas a poner
algún producto que contengan algunos de los alérgenos más comunes, lo mejor es
indicarlo con carteles y si son niños pequeños mejor con dibujos porque no
todos saben leer.
¿Qué productos pusimos en esta ocasión? Por supuesto gominolas y
diferentes tipos de chuches. Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora
de elegir los alimentos, es la edad media de los niños porque no todas las
golosinas son aptas.
Olvídate de los cupcakes, son demasiado pesados para los niños, por
eso les incluimos mini panteras rosas, mini donuts, barritas de chocolate y
chocolate blanco. Siempre guardando las tonalidades rosa, blanca y morada
porque no hace falta renunciar a la temática de color, tan importante
característico de los Candy Bar. En este caso, por supuesto los colores los
eligió nuestra princesa.
Estas palomitas especiales las pusimos en un recipiente con una pala
para que pudieran servírselas y la verdad que fue un éxito, hacían cola
esperando servirse, no solo por lo ricas que están sino por lo mayores que se
sentían al cogerlas ellos mismos.
Eso sí, hemos de reconocer que siempre se aprende y la próxima vez pondremos los pinchos de las nubes sin punta ya que algunos niños, los menos, los transformaron rápidamente en espadas para luchar pero como había adultos, rápidamente se les quitó de las manos.
Lo importante es que los niños lo disfrutaron un montón (los adultos
también) porque era ligero y tenía lo que más les gustaba.
Ah!! Por supuesto, hay que asumir el subidón de azúcar que les da y
deberás tener algo preparado para quemar toda esa energía, con diferentes
juegos, actividades, en este caso los padres pusieron un castillo hinchable que
disfrutaron muchísimo los niños y algún adulto también.
¡Cómo nos gustan los Candy Bar!
Y más cuando se dirige a los niños que son un público muy exigente pero al
mismo tiempo agradecido.
Virginia.